Estas imágenes del artista Xavier Delory muestran la celebrada Villa Savoye de Le Corbusier en un terrible estado de deterioro. Apedreada y pintada con spray, los vándalos han desfigurado trágicamente sus paredes y ventanas inmaculadas. Pero no entres en pánico: las imágenes que se muestran aquí, son intervenciones en photoshop. Aunque ¿y si no lo fueran?; en este artículo publicado originalmente por Metropolis Magazine como "La modernidad en ruinas: un artista destroza la obra maestra de Le Corbusier", AJ Artemel explora cómo nuestra conmoción y consternación causada por estas imágenes, expone una hipocresía subyacente en nuestra reverencia por las obras modernas famosas, y propone que tal vez la Modernidad y el vandalismo están más relacionados de lo que pensábamos.
El artista visual, con sede en Bruselas, Xavier Delory, gusta de burlarse de la historia. Su último proyecto “Pèlerinage sur la Modernité” es una mirada irreverente sobre el significado de las obras maestras del Modernidad en la actualidad. Las primeras imágenes de la serie en curso cuestionan fuertemente el papel de la Villa Savoye de Le Corbusier en la historiografía moderna, con sus paredes cubiertas de graffitis, y sus famosas ventanas corridas, quebradas. El objetivo fue lograr una reminiscencia de los proyectos de vivienda que la Villa en parte ha inspirado.
Delory presenta esta alternativa de la Villa Savoye, con imágenes frontales de sus cuatro elevaciones, confrontando a los observadores con el vandalismo hipotético y un acabado dominio del Photoshop. Entre los garabatos típicos en aerosol, un tiburón buceando y el texto de los cinco puntos de Le Corbusier, también son visibles. Los vándalos no identificados han lanzado piedras contra las ventanas, dejando unas destrozadas, otras tapiadas o cubiertas de plástico. El clima también ha desempeñado su papel en esta fantasía de ruinas, grandes losas deslavadas han caído de la fachada, una vez prístina.
En general, la provocación de Delory es un ataque contra la idolatría de la arquitectura. El choque inducido por sus imágenes, es la evidencia de que tal vez la Villa Savoye, como un icono de funcionalidad y utilitarismo, es tratada demasiado a menudo como un objeto precioso. De hecho, el estado actual del edificio-prístino, sin ser tocado por el paso de los años, es el resultado de un extenso proceso de reconstrucción y restauración que comenzó en la década de 1960. Durante la Segunda Guerra Mundial, la casa fue requisada primero por el ejército alemán, que la utilizó como un granero de heno, y luego por el ejército estadounidense. Ambos la dañaron considerablemente, y la Villa era en realidad más una ruina, que lo que incluso la mano del talentoso Delory podría fabricar. (La decadencia del edificio apareció en uno de los polémicos anuncios de Bernard Tschumi para Advertisements for Architecture, al cual el proyecto de Delory se asemeja).
Por supuesto, Le Corbusier no era ajeno a los actos de vandalismo; su vivienda de vacaciones en el Mediterráneo, estaba al lado de E-1027, otro icono moderno, diseñado por la arquitecta Eileen Gray y el crítico Jean Badovici. Le Corbusier, a veces entraba a la casa y pintaba vibrantes murales, mientras que la despreocupada noctámbula Gray estaba desnuda; fue bastante razonable al acusarlo de vandalismo. Parece que incluso Le Corbusier no pudo resistirse al llamado del lienzo arquitectónico en blanco, creado por las paredes blancas modernas. Quizás el truco de Xavier Delory es simplemente darle a Le Corbusier un poco de su propia medicina.